Comencemos definiendo la palabra valor, que deriva de la palabra latina valere que significa ser fuerte. 

Ser fuerte o la fortaleza como tal es una cualidad más que una virtud que poseen todos los seres humanos desde nuestro nacimiento, nos gusta ser autosuficientes, pero necesitamos tener un punto de apoyo, en sus primeros minutos de vida ese punto de apoyo será la madre con el alimento, luego su familia con su protección, sus habilidades aprendidas para generar oportunidades, su ambiente para cultivar y desarrollarse, su entorno, etc. Ese punto de apoyo nos hace más fuertes porque es una catapulta que nos da un aventón a otro nivel.

De forma que todo lo que nos hace sentirnos fuertes es indiscutiblemente valioso para esa persona en especial, lo que significa que no todas las personas se sienten fuertes con los mismos objetos y más aún no todos reaccionan a los mismos con la misma intensidad.

Ahora entrando al tema, el NFT por su sentido tecnológico es considerado algo único, cada NFT desde que se mina (se crea) en un contrato inteligente tiene un número de identidad y un valor propio por sí mismo, si bien, no es igual ser el 1 como ser el 548, un NFT puede tener muchas otras particularidades aparte de la numérica que le brinda un perfil diferente, esto es lo que le da identidad y esa identidad da un mensaje tan sutil o imperceptible para algunos, pero tan claro y fuerte para otros.

Ese mensaje lo hemos visto toda la vida con las obras de arte tradicionales que son capaces de ser vendidas y más aún compradas en millones de dólares, más que el valor de vehículos, helicópteros o inclusive mansiones.

¿Cómo sucede esto? ¿Acaso las gentes no tienen en que gastar el dinero? ¿Son tontos con dinero?

La primera respuesta a esta valorización podríamos pensar que esta en trayectoria del artista, lo cierto que la obra más costosa vendida es atribuida a un pintor que apenas pinto 15 obras en toda su vida y la razón es porque él se dedicaba a otras cosas, además esa no era su profesión principal.

Ahora, otra respuesta podría estar alojada en la calidad de la obra, los trazos, los detalles o la combinación de colores, ese tipo de retoques que brindan un hermoso ambiente estético ¿Cómo lo estético del siguiente cuadro?

Si, la respuesta es la misma que la tienen la valorización de los NFTs, el arte ya sea tradicional o contemporáneo es un ejercicio de reacción, lo que significa que debes preguntarte:

• ¿Qué sentimiento se provoca en mi cuando veo esa obra de arte, gif o foto?
• ¿Cuánta fuerza recibo al ver esta obra o al poseerla en mis manos?
• ¿Cuánta fortaleza genera esta obra como punto de apoyo en mi vida?

Ahí están las reflexiones del porqué del valor de una obra tradicional o un NFT, en la primera respuesta probable que vimos, en realidad no es importante que se tratará de una persona que pinto pocas obras en toda su vida, sino que se trata ni más ni menos que de Leonardo Da Vinchi, un genio a todo nivel y del que todos los que hemos construido algo sentimos admiración e inspiración con sus obras.

Por otro lado, ese dibujo de trazos simples es del maestro Picasso, un hombre que cambio el mundo con sus obras, el que nos enseñó a mirar la belleza de otra forma, a sentir al ser humano y a su cálida interpretación de la vida.

Es así que un NFT tiene un valor, que lo dan las personas, podrán ser simples o complejas, estéticas o no, realizadas por expertos o aficionados, el valor lo da el que lo aprecia y si hay miles de personas que aprecian algo similar que tiene esa obra, el valor  de la obra en el mercado subirá a precios inimaginables por el mundo de la razón, pero entendida muy bien por la lógica que tiene el ser humano de buscar ser más fuerte cada día.